Si has comprado una casa recientemente y tiene gotelé, seguramente le estés dando vueltas a la cabeza sobre cómo eliminarlo. O tal vez haya pasado varios años desde que compraste tu casa y te has cansado de ver esos puntitos tan molestos en la pared. ¿Hay alguna manera de quitarlo? ¿Lo puedes hacer tú mismo?
Lo cierto es que si tienes un poco de maña y mucha paciencia, podrás deshacerte del gotelé por ti mismo. ¿Cómo?
Lo primero es hacerte con una pasta para quitar el gotelé que puedes encontrar de dos tipos:
Si usas la pasta en polvo, es importante que consigas la proporción correcta entre pasta y agua, para que el efecto sea el deseado.
También tienes que saber si tu gotelé es al temple lo mejor es que tras la aplicación humedezcas las paredes y luego raspes con la espátula.
Debes proteger bien todos los cercos de las ventanas. Las puertas y rodapiés, del mismo modo que si fueras a pintar. Los embellecedores como pomos o los que llevan las cerraduras, si los quitas mucho mejor, pues el producto podría dañarlos o provocar manchas.
No nos referimos a una limpieza con agua y lejía, sino a quitar desconchones y otras imperfecciones que pudieran evitar que la pared quedara lisa por completo.
Para la aplicación del producto puedes usar una llana o una espátula, y lo más recomendable es que lo hagas llevando la pasta de abajo hacia arriba. Luego haz barridos para que se expanda bien en toda la superficie.
Una vez cubierto todo, hay que dejar un tiempo de secado, el cual vendrá especificado en la caja o paquete según el fabricante. Tras este secado, pasaremos a extender una segunda capa un poco más líquida.
Si prefieres usar el rodillo, aplica en trozos de no más de dos metros para que se vaya secando según trabajas. Haz varias pasadas en vertical y también cruzadas de modo que todo quede impregnado.
Una rasqueta lisa o una espátula de tendidos es la herramienta que te permitirá alisar la pasta que has aplicado de modo que la pared quede lisa. Puedes hacer pasadas cruzadas o verticales según vayas viendo la necesidad.
Una vez dados estos pasos se remata con un taco de lija fina para que la pared quede sin ninguna imperfección. Recuerda que la luz natural no siempre nos permite ver los defectos y resaltes, por lo que es mejor usar una luz que podamos acercar a la pared.
¿Ya tienes claro cómo quitar el gotelé? Si se te hace un mundo pensar en ello, ¡nosotros te ayudamos! Pídenos presupuesto y lo haremos por ti.
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