Aunque no nos damos cuenta, los colores que elegimos para cualquier aspecto de la vida, influyen de manera directa en nuestro estado de ánimo o están influenciados por el ánimo que tengamos en ese momento.
Por ejemplo, inconscientemente nos vestimos de negro cuando estamos tristes o de naranja y amarillo cuando nos sobra energía. Pues bien, lo mismo sucede con la pintura que escogemos para nuestro hogar.
Esta está directamente relacionada con las emociones que sentimos en cada momento, y también puede influir en estas en ciertos momentos. Esto es algo que se ha demostrado en diversos estudios llevados a cabo por expertos e incluso se intenta que la cromoterapia (terapia que se lleva a cabo utilizando colores) sea visto como un tratamiento de curación y no una terapia alternativa.
Seguro que es más de una ocasión has tenido cierta sensación al entrar a un lugar, la cual es provocada por los colores con los que esté pintada la estancia. Por ejemplo, el azul de un hospital nos denota frialdad, mientras que el verde o morado en una guardería, ternura.
¿Qué significa cada uno de los colores y cómo podemos a través de ellos generar la sensación que buscamos?
- Blanco. En este punto seguro que todos sabemos que el blanco representa lo puro, la limpieza o la pulcritud. Este es un color que aporta optimismo, armonía y serenidad. Digamos que para aquellas personas tal vez más inquietas, llegar a una casa en blanco les dará la sensación de relajación.
- Amarillo. Se le relaciona con la luz y tiene la capacidad de estimular el sistema nervioso y agilizar la mente. Se recomienda para los lugares de trabajo o en los cuartos de estudio o despachos de los hogares.
- Naranja. Es símbolo de energía y fuerza pero también de placer. En la cocina te es ideal para un empuje en la labor de cocinar.
- Rojo. Está relacionado con la pasión, y hace años se llevaba en las habitaciones de pareja. Tal vez hoy día no esté de moda en ese punto, pero sí se puede agregar algún signo en una pared para avivar la pasión.
- Azul. Se dice que potencia la curación y es capaz de calmar el dolor. Tal vez por esto esté en muchos hospitales. No obstante, en el hogar, aporta calma, serenidad y fomenta la confianza y la fidelidad.
- Violeta. Se le relaciona con la calma, el autocontrol y la serenidad. Es el color perfecto para sentirse en paz.
- Verde. Seguro que has escuchado que es el color de la esperanza, pero también lo es del descanso y la armonía. Ayuda a mantener las emociones en equilibrio. Es un color idea para cualquier estancia del hogar, incluidas las habitaciones de niños y adolescentes.
Y así podría haber una lista interminable de cómo los colores pueden crearnos sensaciones, cambiar nuestro ánimo o subir o bajar nuestra autoestima. Asegúrate de elegir el adecuado para que cuando entres en casa te sientas en tu hogar.