Dar un aire distinto a la pared del cabecero es una técnica decorativa muy fácil de conseguir, no necesita elementos extra por lo que va genial en la tendencia minimalista.
Pintar la pared del cabecero de dos colores o incluir los dibujos adecuados también personaliza la estancia y aporta un toque más íntimo a la habitación de matrimonio:
Veamos algunas ideas originales para pintar la pared del cabecero
Esta es la técnica más sencilla de todas, consiste en pintar la pared de cabecero de un tono diferente al que usamos en las otras tres paredes. Lo ideal es elegir un color que predomine o complemente al que se encuentre en mayor medida dentro de la estancia.
Conocer la psicología del color también nos ayudará a elegir mejor los colores para las paredes, tanto para la del cabecero como para las otras 3.
Las técnicas de pintura decorativa son las que crean dibujos en las paredes, lo ideal es que sean dibujos simples como líneas de diferentes colores, líneas onduladas o cenefas.
En el dormitorio se recomiendan los acabados redondeados, pues es un lugar que invita a la desconexión y a la intimidad si hablamos de la habitación de matrimonio.
Esta técnica consiste en pintar la pared del cabecero de un tono diferente al de las otras tres y además, coger un trocito de techo y de las otras paredes, creando así un efecto caja sobre nuestra cama.
Rebasando los límites de la pared del cabecero conseguimos un efecto muy acogedor que nos invitará a tumbarnos y disfrutar del sueño.
Mientras que en el resto de técnicas pintamos toda la pared del cabecero, ahora solo pintaremos parte de esta, en concreto la que ocupa el ancho de nuestra cama.
Esta técnica de pintura decorativa queda especialmente bien en habitaciones pequeñas.
Podemos seguir la misma técnica que con el efecto anterior y coger además unos centímetros de techo consiguiendo así el efecto caja.
En concreto pintaremos la pared solo a media altura, dividiendo la pared en dos. Algunas técnicas de pintura decorativa emplean esta técnica pero en lugar de dejar una división recta, crean una línea ondulada para dividir ambos colores o lo hacen de forma irregular.
La técnica ideal para cuando, directamente no tenemos cabecero en nuestra habitación. Esto puede hacerse de forma simple dibujando solo un cuadrado con color, o puedes echarle imaginación añadiendo distintos dibujos o estampados.
Un cabecero simulando líneas de bambú por ejemplo es una idea muy original.
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